lunes, 4 de marzo de 2013

Meditación de vacío, amor y muerte.



La meditación de vacío es, de alguna manera, una forma de morir en vida siendo plenamente consciente de ello. La experiencia que implica es lo más parecido a la muerte. Una persona al morir abandona toda forma de apego y se funde  con el "todo". Ya no está presente como forma humana. Ya no existe como la persona llamada María o Juan o quien quiera que sea.  La persona en cuestión deja de ser y entonces puede ser cualquier cosa. No tiene límites. No conoce de limites. No hay dimensión alguna a la que obedezca.  Ni espacial ni temporal.  Ese "ser" que ya no es, de alguna manera está presente en todas y cada una de las personas y cosas que forman parte de la realidad.
Esa comunión cósmica con el "uno" es posible cuando uno se libera del cuerpo y de todos los conceptos formados acerca de la propia persona. Ese estado de ser tiene lugar cuando abandonas todas las  emociones y pensamientos que impiden que la conciencia plena y desnuda transcienda nuestro cuerpo y nuestra mente fusionándose con el "uno", con el "todo". El "todo" sin partes. 
La meditación de vacío permite alcanzar un estado de entrega tan profundo que no es necesario experimentar la muerte para entrar en comunión con el cosmos y ser uno con él.  Al despertar de la conciencia que implica esta experiencia se le denomina transcender la dualidad. La dualidad material viene dada por la concepción erronea de que al tomar forma en este mundo la individuación del ser te separa del cosmos. Esto es tan solo una ilusión. La realidad más profunda se encuentra más allá de toda división material. Vida y muerte no son entidades separadas. Ambas forman parte de una realidad transcendental que lo abarca todo. Si profundizas un poco en ellas podras descubrir que nada las ditingue a la una de la otra.
El temor a la muerte es temor a la vida, por que en el fondo vida y muerte son un continuo inseparable.  Quien no se enfrente a sus propios temores no será capaz de transcenderlos.
Para alcanzar cualquier comprensión que implique la expansión de la conciencia hace falta valor y perseverancia. Lo demás viene solo, por sí mismo.


Vida y muerte son un continuo por que ambas deben coexistir para que los procesos de cambio y renovación constante puedan tener lugar en el cosmos.  Como una vez dijo un hombre muy sabio llamado Einstein, "La energía no se crea ni se destruye, solo se transforma". Por eso nacimiento y muerte son solo puertas que te permiten acceder a diferentes estados de conciencia, pero no representan ni un principio ni un fin.  Si profundizas en la naturaleza de la vida y de la muerte podrás advertir que no existe ni principio ni fin.

El amor es también una puerta para la expansión de tu conciencia. De hecho, el amor es la energía que mueve todo el cosmos.  El amor puede implicar una experiencia tan profunda como la propia muerte.  Amar es morir por el otro y para el otro.  Amar consiste en renunciar a todo para dedicarte a ese ser amado. Morir por él. Darte a él. Si amas conscientemente y tu entrega es total, de alguna manera, moriras como la persona que eres para renacer en la conciencia del otro.   Y viceversa, el otro morirá para renacer en tu propia conciencia.  Es más, una entrega tan profunda da lugar a la desaparición de tu conciencia en la del otro de tal modo que es imposible distinguirla la una de la otra.  La unión puede ser tan profunda que a través del otro puedes entrar en comunión con todo el cosmos.
Amar es confiarte al otro hasta el punto de llegar a perderte dentro de él para nacer como un nuevo ser. Un ser distinto, renovado y enriquecido por esa unión tan profunda.
Alguien  que ha experimentado un amor tan profundo nunca vuelve a ser el mismo. Se transforma. Evoluciona. La meditación de vacío, la muerte y el amor son puertas para la transformación de la conciencia y el crecimiento personal.  Es decisión de cada uno el cuándo y cómo vas a tomar la decisión de abrirlas y atravesar su umbral.  Pero tarde o temprano en algún momento de tu existencia estás llamad@ a hacerlo. Eso es algo que no se puede cambiar.