martes, 2 de febrero de 2021

El sentido de la iconografía y cosmología budista.

 

Las deidades meditacionales, budas y bodhisattvas.  

 

Tara Verde
 

 La forma budista de entender la realidad como un mundo de mera apariencia donde todo esta vacío de existencia independiente impregna todas las expresiones de la sabiduría transcendental. Por ello, en la iconografía budista, las representaciones de los budas, seres iluminados y bodhisattvas, se significan como manifestaciones artísticas utilizadas a modo de apoyo para la meditación y para la transformación.  Así, estos “Yidam” o deidades meditacionales, son  considerados como fuente o raíz de las realizaciones espirituales. Las “Dakinis” y los protectores del Dharma son considerados fuente o raíz de la actividad iluminada.

 

 

Chenrezig o Bodhisattva Avalokita

 

En lugar de objetos de veneración,  las manifestaciones iconográficas budistas son más bien espejos de nuestro ser más interior y mapas para orientarse en el camino para superar nuestros velos de ignorancia hasta alcanzar la iluminación.

 

Bodhisattva Manjushri


Los seis mundos de la existencia samsárica.

Del mismo modo, la representación de la rueda de las existencias cíclicas y los seis mundos de la existencia samsárica (mundo de los infiernos, mundo de los espíritus ávidos, mundo de los animáles, mundo de los humanos, mundo de los semidioses, mundo de los dioses). Esta cosmología se puede considerar como arbitraria y no ver en ella más que una construcción hipotética sin fundamento real. Sin embargo, dado que estas concepciones están vacías de existencia separada y son meras apariencias proyectadas por nuestra propia mente. Entendemos que, del mismo modo que todas las cosas y fenómenos que observamos están dotados de una naturaleza vacía y carecen de existencia inherente, esta cosmología de la existencia samsarica también tiene una naturaleza vacía de realidad inherente. 

 

Los seis mundos de la existencia samsárica.
 

Cuando creamos las causas para experimentar estos mundos, a través de las motivaciones contaminadas por los deseos, aversión e ignorancia, experimentamos estos mundos (en tanto que estados de ser). Por lo tanto estos mundos son proyecciones de nuestra propia mente ordinaria y corresponden a estados de existencia realmente percibidos que se circunscriben a nuestras propias realidades interdependientes. Sin embargo, desde un punto de vista de la realidad absoluta están vacíos de realidad propia ya que son meras proyecciones de la mente.

Es decir, es como si estas experiencias de los mundos samsáricos existiesen como un sueño, de manera dependiente de nuestra mente y del karma que hemos desarrollado.

Este punto de vista nos habla de un significado simbólico y/o alegórico para cada una de las experiencias samsáricas que implican los seis mundos. Las cuales, quedan manifestadas en un solo mundo, que es el que conocemos, pero que, en función de los velos de ignorancia, lo experimentamos, en determinadas ocasiones, como cada uno de los seis mundos de existencia samsárica.

 

 

Vajrasattva

 

También los budas, las deidades meditacionales y los bodhisattvas están vacíos de existencia independiente, lo cual quiere decir que no existen de manera separada a las personas que meditamos en ellos. Puesto que llevamos dentro de cada uno de nosotras y nosotros la semilla de un buda. Es decir el potencial de iluminación. 

 

Buda Sakiamuni

 

Por ello, cuando tomamos refugio en el Buda. Este buda con todas sus bendiciones y toda su actividad iluminada existe a través de nosotros. Y, de otro modo, no podría existir, ya que está vacío de existencia separada y solo puede existir manifestándose a través de todos y cada uno de los seres ordinarios cuando éstos cultivan el Dharma con el fin de alcanzar la iluminación, por el beneficio de todos los seres. Exactamente igual que un buda o un bodhisattva.

 

Vajrayogini

 

La inspiración de las energías representadas por los budas, bodhisattvas y deidades meditacionales permiten cultivar una mente libre de apegos aversiones e ignorancia. El amor incondicional y compasivo de un Bodhisattva o de un Buda tiene su correlato en el practicante y, a través de él, se manifiesta hacia el resto de las personas del mundo. Dichas personas, a su vez, son percibidas y tratadas como budas por lo que tienen, del mismo modo, la posibilidad de liberarse de sus velos de ignorancia y desarrollar su potencialidad iluminada.