lunes, 17 de noviembre de 2014

EL RÍO Y LA MONTAÑA


Mostrando 1.JPG








12
El río fluye con fuerza es un río que arrastra. ¿Cómo permanecer en mi centro sin que el río me arrastre? ¿Cómo mirarlo sin que me lleve la corriente? En mi paz interior me refugio y desde ella abrazo todo el río, con una visión amplia, entregándome a él, rindiéndome y dejándome anegar por él.  Estoy con él y en él.






¡Qué bonita es una niña comiendo una ciruela madura y sabrosa en brazos de su padre! Sólo quiero ser el siervo de su felicidad. Sólo eso me satisface.
No sé lo que busco ni quiero saberlo, sólo sé que solo debo esperar que me sea dado y sentir la gratitud que siento.



13
Te añoro. Me siento abandonado en este remoto lugar... mi pobre niña. La fuerza de esta naturaleza te hubiese gustado. Lástima haberte perdido, pero te llevo conmigo. Siempre juntos. 
Todo cambia, todo se transforma. Hasta lo más estable aparentemente se mueve y cambia. El reino de la roca. Un río labra un cañón dejando los sedimentos que una vez fueron el fondo del mar expuestos en una pared a miles de metros de altura.  El tiempo no significa nada. Hasta la roca aparentemente inmóvil se desnuda y cambia. La fuerza del agua la desnuda, las fuerzas orogénicas la levantan.



14
Dos ríos unen sus aguas bravas fundiéndose en uno mayor. Unen sus fuerzas se mezclan y desaparecen el uno en el otro. Ahora son uno. Bendigo el amor.





Una escalera de cedros conduce al cielo...





y al franquear el umbral de una puerta nos encontramos en la morada de los dioses.




Colosos de piedra y hielo nos rodean y  nos bendicen con su presencia. ¡Qué felicidad tan grande y tan profunda!¡Cuánto amor, cuánta pureza, cuánta belleza! Me siento afortunada y agradecido escuchando la canción de un poeta y la danza en ofrenda a las bendiciones de las montañas.






No tiene sentido estar triste por la ausencia tuya. Camino a contracorriente. El río fluye en dirección opuesta. Tú eres el río y no vas en mi sentido sino en el contrario. No puedo hacer nada para cambiarlo, solo sonreír y dejar marchar. Tal vez en otra ocasión fluyas conmigo... ¿Quién sabe?





Una rosa silvestre de la montaña está en mi libro gracias a Abdul... y en mi corazón.








17
Nieva todo el rato. Estamos atrapados en la caseta, en un valle lleno de nieve.





Los yaks pastan bajo la nieve.




Ayer las señoras del pueblo nos acogieron en sus casas y nos brindaron yogur, pan y manteca de yak.






¿Me pregunto si mi camino es renunciar a subir una montaña? ¿Me pregunto si mi camino es renunciar a mis sueños? Mi alma se ensombrece tan solo de pensarlo, Una montaña ¿Qué importa una montaña?




Pero mis sueños...Alientan mi vida y mi razón de ser. Lo intento, pero no dependen tan solo de mi, y supongo que así es como debe ser.

18
Hemos subido el Minglik Sar aprovechando una ventana de buen tiempo. La subida es extenuante.




Desde arriba las vistas del Karakorum son increibles.





Entrego mi ofrenda a los seres sagrados que habitan las montañas. Lo mejor de mi es lo que he dado y es lo que entrego para el beneficio de todos los seres.  Gracias.


Durante la noche ha caído una gran nevada.






En la ascensión he visto la flor de Aster. Quiero creer que es una señal de esperanza. Siento las bendiciones de todos los seres iluminados como el resplandor de las cumbres lejanas, como el brillo de la nieve en lo más alto.

Ahora comienzo por primera vez en el viaje a seguir el curso de los arroyos, bajando del Minglik.










19
Sonrío a la luna, sonrío a una nube. Acompaño al río en su camino y me siento acompañado. He ido a la fuente y renazco como agua corriente. Sigo el cauce del río. Todos los seres están conmigo. Les sonrío. Caminamos juntos. Caminamos hoy hasta la extenuación para llegar a Shimshal. Beso la belleza de las gentes.




Los gigantes de hielo se ciernen sobre nuestras cabezas. Su paz y su pureza curan todo mal.









Echo de menos a M, S, J, y M.

21
Karimabad, Hunza valley. Poshiquesta bonito el Rakaposhi


Mostrando CAM00933.jpg

23

Mostrando IMGP1222.JPG

Los seres sagrados me colman y me siento muy honrado. Están conmigo. Me encomiendo a las montañas y las montañas se encomiendan a mi. Me refugio en ellas y ellas se refugian en mi. Es un honor muy grande para mi. Me desborda tanto amor.

Mostrando IMGP1277.JPG

Hoy recordé a I y a A.  Las amo. Ruego por la felicidad, por la paz y por el bienestar de sus almas. Ojalá podamos tejer un telar donde nuestros caminos sean hilos que se crucen para sanarnos y crecer juntos.

Mostrando IMGP1326.JPG

24
Se acerca el fin de nuestro viaje en la ventosa y polvorienta Gilgit.

Mostrando IMGP1405.JPG

El tiempo se ha parado. Las ciudades siguen su ritmo al margen de estos singulares ¨turistas¨.  El río es ahora ancho, inmenso y con la fuerza de cientos de caballos.

Mostrando IMGP1412.JPG

Nada que ver con el pequeño arroyo que brotaba y gorgoteaba a los pies del glaciar del Minglik Sar.  El río sigue estando de mi lado. Somos compañeros de camino. Hemos recorrido un largo camino juntos. Todos los ríos van al mar que es el amor, el saber, la libertad.  No importan los vericuetos, ni los obstáculos a superar. No importan las montañas que se interpongan ni los desiertos, los ríos siempre buscan su camino hasta el mar que es nuestro mar, el mar tuyo y el mío, el de todos. Todos los ríos descansan en el amor, la paz perpetua y la libertad para amar. Buscamos lo mismo así que tarde o temprano nos encontraremos en ese lugar.

Mostrando IMGP1368.JPG

25
He bajado nuevamente al río y paseo por una playa, en su orilla. Refresco mis deditos en sus aguas y siento la arena por mis rendijas. La montaña está en el río, el río está en la montaña. Mi energía es el río, es la montaña, es todo y ...nada.  Siento la luz de la montaña en mi. Igual que el sol ilumina a las montañas, ellas me iluminan a mi con su luz, su paz, su pureza y su perfección. Ahora acompaño a los ríos con la luz, esa luz de las montañas que va conmigo.

Mostrando IMGP1256.JPG

De regreso me encuentro con una mujer que, tal vez por su preceptos islámicos, en tanto que hombre, evita mirarme.  El miedo y los preceptos equivocados aprendidos se retroalimentan. Sonrío al alma abrazo al dolor.  Miremos de frente a la felicidad y al amor. En Pakistán, en Tenerife y en cualquier parte del mundo el miedo y la ignorancia separan lo inseparable. Sonrío.

Mostrando IMGP1351.JPG

Un grupo de mujeres y niñas me siguen. Me siento acompañado. Escucho su murmullo de voces me baño en él. No me siguen a mi, solo que nuestro camino es el mismo. Todos lo ríos van al mar...

Mostrando IMGP1354.JPG

29
Los ríos de agua se han convertido en ríos de gentes. En Islamabad, en Rawalpindi, en Lahore. Las sonrisas de las gentes son mi alimento. La sonrisa de un señor que recoge botellas de plástico varias, de unos niños en un parque, de un viejecito que me saluda dos días seguidos en las dos orillas del río de coches que es Peshawar Road.  De una mujer que me mira de manera penetrante desde el interior de un velo en un carrotaxi.  Saludo desde mi corazón a este pueblo que me ha enseñado cosas, a esta tierra. Saludo desde mi alma a los niños de la calle en Lahore, que no levantan cuatro palmos del suelo y ya buscan donde dormir en los solares.  Saludo al chico que busca en la basura en busca de... ¿algo?.
Saludo también con todo mi ser a los complacientes adinerados de los barrios de chalets abunkerados que conducen sus flamantes coches de fabricación japonesa mientras otr@s trabajan jornadas de 24 horas por escasas rupias en talleres inhospitos de la jungla de cemento y polvo que es Rawalpindi.
La mezquindad de H. es tan solo una prueba más de la dureza de la vida en este país que nos hace a los seres humanos rebajarnos. Nada que se pueda tener en cuenta...
Sonrío también desde el corazón a la familia que lleva a sus dos hijos y un bebe en una moto. Despiertan mi ternura. "Sin miedo al tráfico, en el calor y la paz del seno familiar sobre una moto".

Mostrando CAM00938.jpg

Siento amor y compasión hacia las mujeres que llevan velo integral y burka sometidas al poder del hombre musulmán y siento amor y compasión por cada uno de los hombres que cooperan con este sometimiento y lo hacen posible.
Siento amor y compasión por los niños de la calle que no tienen a donde ir y malviven junto a las aceras sin el calor humano de una madre o de un padre, y siento amor y compasión por las personas que permiten que esto ocurra sin intentar evitarlo, dedicando ingentes cantidades de dinero al mantenimiento de este estado militar policial absurdamente armado. Policías, seguritas o militares armados hasta los dientes en cada esquina.
Pakistán! Pakistán! Pakistán! Ríos de gentes luchando, soñando, buscando el camino a su manera. Ríos donde sumergirse, ríos para amar, abrazar, estrechar y tomar para ti el dolor. Mis mejores deseos están contigo Pakistán. Siempre contigo, mis pensamientos y sentimientos.

Mostrando IMGP1444.JPG