martes, 7 de abril de 2020

La compasión y el amor verdaderos nacen del respeto a los demás (Dalai Lama)


La compasión y el amor verdaderos nacen del respeto a los demás. El respeto es un sentimiento de empatía muy profundo que surge cuando vemos que las aspiraciones de las demás personas son las mismas que las nuestras.  Alcanzar la felicidad y liberarse del sufrimiento. Cuando observamos que estamos unid@s a las demas personas por ese sentimiento y que nadie es diferente de nadie dejamos de anteponernos a los demás y dejamos de esperar que nuestros deseos sean satisfechos para empezar a pensar en lo que verdaderamente podemos hacer por ayudar a superar el sufrimiento y alcanzar la felicidad.  En este momento ayudar a superar el sufrimiento y alcanzar la felicidad de los demás es la única forma posible de superar nuestro propio sufrimiento y alcanzar nuestra propia felicidad. Básicamente por que la felicidad de los demás y la nuestra deja de estar separada y se convierte en una misma.

Cuando no hay respeto no puede haber amor y compasión. Una persona que no respeta no puede ser capaz de amar por que solo está pensando en sí misma.  Aunque lo intente no sabe hacerlo, no quiere hacerlo verdaderamente. En parte no puede y en parte no quiere darse cuenta de que está pensando solo en sí mismo incluso a la hora de amar o querer ayudar.  Prefiere ignorarlo e incluso ignorar que lo ignora para seguir aferrada a su propio deseo. Por eso sus intentos de amar se frustran. La motivación no es la adecuada, no está realmente interesada en dar, en ayudar, quiere pensar que hace las cosas sin esperar nada pero desde que no obtiene lo que desea se enfada y culpabiliza a los demás. 


En el mundo estamos sujetos a causas y condiciones, y nuestros actos son las causas de los efectos que experimentaremos. Todo lo que esta sujeto a causas y condiciones es transitorio e impermanente.  Que tarde o temprano debemos separarnos de todas las personas a las que amamos es un hecho incontestable, pero no es lo mismo separarse de las personas desde el amor y la compasión, que separarse desde el odio, la rabia, el resentimiento, el egoísmo, la insensibilidad y el engaño. Esta es una falsa separación. Es un despliegue de fuerzas para negar la separación o el cambio y no aceptar que ésta suceda desde el amor, la comprensión y la compasión. Elegir el camino del odio es aferramiento, es manipular los afectos y generar las causas del sufrimiento en el futuro.  Muchas veces muchas personas, en su ignorancia, piensan que elegir el camino del odio a la hora de separarnos es el único camino para abordar la separación, pero tanto la unión como la separación solo es posible desde el amor y el respeto.  No se puede amar a las personas obligándolas ni se puede un@ distanciar de las personas despreciándolas, esto son ilusiones ocasionadas por la creencia de la existencia intrínseca de un yo diferente de los otros. Delirios que nos llevan a considerar a las otras personas como nuestras, y el aferramiento a ellas se traduce en aversión.  

Este “yo” al cual damos consideraciones erróneas, nos lleva a actuar de manera no empática, es decir, ignorando (e ignorando nuestra propia ignorancia) para evitar darnos cuenta de que las aspiraciones de las otras personas son las mismas que las nuestras,  que todas y todos tenemos el mismo derecho a ser felices y estar libres de todo sufrimiento. Esta percepción errónea de sí mismos y de la realidad que nos rodea permite a muchas personas llegar a  adoptar actitudes indolentes y realizar acciones que son el germen de su sufrimiento en el futuro.  


El amor es libertad y si nuestra motivación es amar solo podremos hacerlo desde el respeto.  Por ello la clave para unirnos y separarnos, creando relaciones que nos ayuden a sentirnos realizados y a crecer como personas reside en la motivación que subyace en estos procesos. Solo una motivación pura, de amor y respeto, permite que cuando las relaciones acaban, podamos abrazar al otro en la separación y llevarlo consigo, dando lugar a la verdadera despedida de los seres amados. Solo de este modo podemos estar en paz con ellos  y marchar. La motivación pura es lo único que perdura y que permite que la separación, a la cual estamos predestinados, como seres sujetos a la transitoriedad de la vida,  suceda realmente.  Cuando una separación de este tipo se produce, se sientan las bases para que ésta motivación pura y transcendente se constituya en las causas de nuevas relaciones con amor, asi como el origen de la verdadera felicidad.

No hay comentarios: